Los arrestos fueron anunciados por el fiscal general estadounidense Merrick B. Garland.
Zambada, era uno de los capos más viejos y astutos que nunca había tocado una cárcel, sobrevivió a décadas de guerras territoriales, ascendió a la cima del hampa gracias a su astucia para llevar los negocios. Era conocido por dirigir las operaciones de contrabando del cártel, pero manteniendo un perfil más bajo.
La agencia antidroga estadounidense, la DEA, había ofrecido una recompensa de hasta 15 millones de dólares por información que condujera a su captura.
Estos arrestos se producen tras algunas detenciones importantes de otras figuras del cártel de Sinaloa, entre ellas uno de sus hijos y otro de Guzmán.
El Cártel de Sinaloa es una de las organizaciones de narcotraficantes más violentas y poderosas del mundo.